15 junio 2022

Mentoplastia: todo lo que necesitas saber

La mentoplastia, también conocida como cirugía plástica del mentón, es una operación de medicina estética que tiene como principal objetivo modificar el volumen y protrusión del mentón, haciendo armoniosas y simétricas las facciones del óvalo.

Junto con la queiloplastia, la rinoplastia y la malaroplastia, que mejoran respectivamente el aspecto de la boca, la nariz y los pómulos, la mentoplastia es una de las técnicas quirúrgicas más utilizadas para el modelado del rostro (perfiloplastia).

Mentoplastia reductora y aditiva

La mentoplastia es un tipo de cirugía estética no invasiva que corrige cambios dismórficos en el mentón relacionados con el desarrollo del hueso mandibular y el músculo masetero utilizado para masticar.

El hueso mandibular, en cuanto a su evolución, puede sufrir un proceso excesivo (prognatismo) o reductor (enognatismo mandibular) en el individuo. Tanto la protrusión de la mandíbula con respecto al maxilar como la base mandibular corta son responsables de numerosos trastornos, entre ellos la maloclusión dentaria y sus consecuencias.

La mentoplastia es decisiva y devuelve un resultado a nivel funcional y estético. Sin embargo, según las necesidades, en la fase de mentoplastia aditiva, puede ser útil una intervención adicional, reservada para el trabajo del dentista ortodoncista y del cirujano maxilofacial.

Mediante la mentoplastia reductora, irreversible desde el punto de vista quirúrgico, intervenimos directamente sobre el hueso y en algunos casos sobre los músculos masticatorios hipertónicos. Específicamente, se elimina el exceso de superficie ósea.

A través de la mentoplastia aditiva, en cambio, se inserta una prótesis de silicona (implantes aloplásticos), que se puede moldear según las necesidades individuales; el objetivo principal de este tipo de cirugía es aumentar el tamaño del mentón, la proyección y, si es necesario, el ancho.

Retrato recortado de una joven encantadora que comprueba los resultados del tratamiento de cuidado de la piel mientras la cosmetóloga sostiene un espejo.  chica esta sonriendo

Mentoplastia: cuándo hacerla y por qué

La mentoplastia es un procedimiento quirúrgico que no es técnicamente complejo, pero está sujeto a posibles complicaciones. El éxito de la ejecución viene dado por la profesionalidad del especialista, experto en cirugía plástica, por las condiciones de salud del paciente y por la evolución positiva de la intervención.

La operación, previa visita preoperatoria, se realiza en un centro autorizado, en régimen de hospital de día y bajo anestesia local con sedación. Normalmente se puede realizar una vez que se supera la mayoría de edad, cuando el desarrollo del tejido óseo ha llegado a su fin.

Las condiciones necesarias para poder realizar la mentoplastia se refieren a las deformidades de la cara causadas por las formas y dimensiones desproporcionadas del mentón, que puede ser protuberante, romo, pequeño, retrasado o angular: en función del defecto cosmético, una mentoplastia aditiva o reductora se planifica la intervención.

Puedes conseguir una piel más tersa

La visita preoperatoria, la intervención y el curso

La fase preoperatoria es fundamental para conocer las condiciones generales de salud del paciente. Este último, sometido a un examen objetivo por parte del especialista, tiene la oportunidad de visualizar las correcciones en su rostro a través de la reproducción digital de fotografías y conocer las técnicas utilizadas para la operación.

Además de la visita al especialista y el programa a seguir, el médico proporciona al paciente indicaciones sobre la ingesta de alimentos y la administración de medicamentos, antes y después de la cirugía.

Las incisiones por las que el cirujano realiza la mentoplastia no dejan marcas visibles en la superficie, ya que se realizan intraorales y se medican puntualmente. La hinchazón, los posibles hematomas en la cara y el ligero dolor resultante no son invalidantes sino completamente normales, desaparecen en pocos días, mediante la aplicación de hielo en la zona tratada, y unas normas de bienestar.

De hecho, durante las primeras semanas posteriores a la operación, el paciente debe descansar y no realizar actividades pesadas.